La una de la madrugada de una calurosa noche de abril marcaban mi reloj al salir de mi casa, iba al encuentro con Aash Shiddiqy, mi amigo de toda la vida, podría decirse desde antes de nacer. Nuestras madres dieron a luz el mismo día a la misma hora, y desde esos momentos han sido inseparables, al igual que nosotros.
Desde el primer día de nacidos, salimos del Hospital Kuala Lumpur y nuestros padres se veían casi todos los días y, por ende, nosotros también. Dicen que parecía que nos mirábamos al espejo uno con el otro: estirábamos la misma mano para pedir lo que queríamos, dijimos las mismas primeras palabras (oren, nuestra fruta favorita), caminamos a los ocho meses y diez días, nos columpiábamos 14 veces en las hamacas lo más fuerte posible, para luego tirarnos sobre la arena del jardín trasero de mi casa y jugábamos a las escondidas entre las orquídeas del Taman Orkid & Bunga Raya, siempre que salíamos de orar del Masjid Jamek. Toda una vida de buena amistad y gratos recuerdos nos acompañan siempre. ¡Cuántas anécdotas y secretos!
El 21 de mayo próximo cumpliremos 21 años y nuestros padres, esta semana, nos regalaron por adelantado nuestros primeros automóviles. No pudimos evitar sorprendernos y ansiar estar en la calle por primera vez. Así fue que, sin que nuestros familiares se enterasen, comenzamos a competir en carreras clandestinas con unos amigos casi todos los días. La verdad que somos muy buenos, amamos la velocidad y ganamos siempre; la gente nos está empezando a apostar cada vez más dinero a favor nuestro.
En esta noche estrellada, infinita, una vez más nos reencontramos en las afueras desoladas de Kuala Lumpur, ¡No puedo creer que falte menos de un mes para cumplir 21 años! Hoy hace muchísimo calor, pero por lo menos hay un poco de ventisca. Me preocupa Aaash, está bastante borracho, le dije que no bebiera tanto en la fiesta de su primo, porque esta noche nos toca correr por mucho dinero. Espero que se pueda mantener despierto por lo menos hasta que terminemos de correr.
Bueno, llegó el momento… ya cerraron las apuestas… Revisaré todo para estar seguro de que no pase nada… motor, carburador, frenos, embrague, temperatura… debo hacer arreglar este cinturón de seguridad, no funciona muy bien… Creería que está todo listo. Aash quiere comenzar primero hoy, es así como lo arreglamos también, una carrera cada uno para que sea más equitativo. Insisto en que no se ve bien… ¿Si suspendemos la carrera esta noche? No, es mucho dinero, perderíamos demasiadas apuestas para pasado mañana. Me está haciendo señas con su mano:- “Ok, Aash, ¡Ya me adelanto amigo! ¡No seas tan ansioso, hombre!” Mejor, me voy adelantando hasta la línea de toque.
Ya llegué… no tardará mucho en venir… ¡Uy! ¿Por qué el motor dejó de funcionar? No arranca ¡No arranca! ¡En cualquier momento llega Aash! ¡Vamos, arranca, máquina del demonio! ¡Ay, no! ¡Ahí viene! Me asomaré por la ventana para decirle:
- ¡Aash tengo un problema aquí! ¡Amigo! ¡Aaaaash! ¡Aaaasshh, espera! ¿Por qué tu cabeza está sobre el volan…
0 comentarios:
Publicar un comentario