Una historia única en el mundo.

Nació en la casa, con la mamá y el papá. Por causa de unas drogas que tomaba su madre, él sufrió de su discapacidad (motriz: ni brazos, ni piernas) desde el nacimiento.
Al tiempo, detectaron que esas drogas (la madre las tomaba porque tenía epilepsia) traía este tipo de mal formación y fueron prohibidas totalmente (eran muy usadas en Estados Unidos, pero casos como este hay muy pocos en el mundo).
Sus padres, al darse cuentea de este problema, lo llevaron directamente al hospital de Granadero Baigorria, y afirmaron que “no podían criarlo” en esas condiciones. Allí permaneció tres días, y fue derivado por orden del juez, al hogar San Roque, en donde lo recibieron con las puertas abiertas, y lo llenaron de amor siempre.
Después de haber pasado una infancia y adolescencia muy dura, “Panchito” hoy nos puede contar qué cosas son las que realmente valen en la vida, y nos demuestra la esperanza y la fe que siempre estuvieron presentes en él, y pese a todo, nunca perdió.
Según testimonios y revelaciones “Panchito es el más mal criado de todos” y él mismo confiesa “soy muy caprichoso y a Gladis y a mamá siempre las termino convenciendo”.
Mamá le dice a Beatriz, quien es la directora del hogar, y para él la persona que siempre ocupó el lugar materno. Si bien, durante un tiempo, el hogar quiso que Francisco no perdiera el vínculo con la familia Chevez, a los 10 años, y por su propia decisión, él los dejó de visitar.
Pancho hizo su escolaridad primaria y secundaria, terminando así en el ’99. Estudió desde chiquito en el hogar con maestros particulares, y las últimas materias de la secundaria ya las pudo ir a rendir en el bachiller para adultos. Pero él siempre busca un poco más: toca la armónica desde los 14 años, aunque su mayor pilar fue haber conocido a León Gieco: “al principio empecé de oído, pero cuando lo conocí a León me ayudó bastante y me aconsejó mucho. A partir de allí empecé a ir a la fonoaudióloga, a profesor de armónica, a vocalización” confiesa.

- ¿Cómo lo conociste a León Gieco?
- Yo a León lo conocí en el ’96, él estaba tocando en el Teatro de San Lorenzo y yo lo fui a ver con Gladis. Cuando terminó el recital, yo quería que él me viera pero la gente se paró, se empezó a sacar fotos, y yo quedé sin ver nada.
Entonces en el próximo recital que era en El Círculo, Gladis habló con un amigo, que es representante de la zona de San Lorenzo, y él me consiguió las plateas.
Yo me preparé, me llevé el fierrito con la armónica, y fuimos. En el recital estábamos ubicados en la parte de atrás, entonces cuando toda la gente se empezó a parar yo le pedí a Gladis que me levante y que me lleve para adelante. Ella al principio no quiso, pero después la convencí. Como también logró convencerme ella al decirme que me ponga la armónica, así me veía Gieco (ya que él no sabía que yo sabía tocarla). Cuando apareció por segunda vez León en el escenario, dijo que me iba a dedicar el tema “Solo le pido a Dios”. Entonces, yo me puse la armónica y empecé a acompañarlo. Cuando terminó el tema, me aplaudió diciéndome que había tocado muy bien.
Ya nos estábamos yendo, cuando yo empiezo a escuchar que alguien me llamaba, ese alguien era Gustavo Taranto (representante de León), quien me transmitió que León me quería conocer personalmente, si no podría pasar al camarín.
Allí, Gieco me regaló varias armónicas, y me confesó “Pancho vos ya aprobate como músico, vos no podes tocar la guitarra, pero podes tocar un instrumento que se llama el atril (armónica más el soporte). Eso es lo que vas a ser vos, tu laburo de ser músico y de ser cantante”.
Entonces me tomé el atrevimiento de preguntarle cuándo me iba a ir a visitar y cuándo iba a ser un recital a beneficio del hogar, y me dijo que hable con su representante y que organicen bien, que ellos iban y tocaban.
- ¿Qué es León en tu vida?
León es actualmente el padrino del hogar, y para mí es mi hermano del alma, lo quiero como un hermano de corazón.

- ¿Qué cosas te dio y qué cosas aprendiste de él?
Gracias a él aprendí muchas cosas…
Siempre me aconsejó, siempre estuvo. Él es muy solidario y humilde. León no es agrandado, habla mucho con la gente, respeta a toda la gente. Él siempre me aconseja que no me agrande, que siga mi camino y que ayude a los demás chicos que me necesitan. Yo quiero seguir su ejemplo, porque yo aprendo de él, yo lo voy a defender hasta la muerte.
Yo le copio mucho, y él no se enoja. No me trata como un “copión”, como pasa con otros artistas. Toda la gente me dice que tengo la voz igual León, en como canto y toco la armónica, pero en realidad yo me parezco mucho a él pero de corazón.
Gracias a él conocí muchas bandas de Rock. Me presentó a “Ataque 77”, “La Bersuit”, “Las pelotas”, “Divididos”, “La Renga”, “Los Piojos”, y más.

- Te he visto tocar en más de un recital con estas bandas, ¿cómo te sentís cuando te subís a esos escenarios?
Al principio cuando fui la primera vez al Cosquín Rock, que me invitaron “Los Piojos”, me puse nervioso porque había 20.000 espectadores. Sinceramente me cague todo, me achiqué bastante.
Pero León me aconsejó: “vos hace que estás cantando sólo, que estás tocando sólo. No pienses que la gente está alrededor tuyo, vos imagina que estás sólo en tu pieza o en la oficina”. Y yo le tuve que hacer caso, porque sino me pongo muy tenso, muy nervioso y sale todo mal. Y a mi no me gusta hacer todo mal.

- ¿Cuál es tu banda favorita?
Me da lo mismo. “Bersuit” y “Las Pelotas” no me gustan mucho, pero igual aprendí varios temas de ellos porque sino me sacan la tarjeta roja. Me gusta siempre León, porque mi mamá (Beatriz) me habló siempre de él, que es una buena persona, un tipo inteligente, me gusta como canta, como toca, como ayuda a los demás pobres, entonces me quedó grabado en el corazón.

- ¿Cuándo y por qué decidiste formar tu propia banda?
La banda surgió en el ’99. La idea fue mía y surgió cuando León me tocó “Sólo le pido a Dios”, que yo miraba a los músicos y me decía: - ah, este toca la guitarra, el otro toca la batería, el otro toca el teclado-, y de ahí me surgió la idea de formar mi propia banda.
León colaboró mucho por esto, en mi cumpleaños del 2000, me regaló dólares para que me compre todo lo que quería (instrumentos, formación de músicos, etc.)

- ¿Cómo fue la elección de los músicos?
Y…los músicos…. Fui casa por casa, le golpee la puerta (golpea el escritorio de su oficina), y les conté mis proyectos. Después nos juntamos y fuimos armando lo que actualmente se conforma con: Marcelo Donaedo (en teclado y coros), Gastón Pemier (en guitarra acústica, rítmica y coros), Mauricio Avalles (guitarra eléctrica), Matías Presiane (bajo eléctrico), Pablo Rodríguez (batería y percusión), y Francisco Chevez (voz y armónica).
- ¿Cuáles son los proyectos cumplidos con la banda y cuáles las metas futuras?
Bueno, ya grabamos un CD y un video clip y ahora estamos grabando el segundo disco, y con los show y recitales que hagamos vamos a armar una película.

- ¿Cuándo y cómo se editó el primer disco?
El primer disco se editó en el 2004. Lo presentamos en las escuelas de Baigorria, con el acompañamiento peleón (infaltable). El disco tiene 10 temas y son todos compuestos por mí. Lo grabamos en un estudio que se llama “La tierrita” que tiene Marcelo, mi tecladista.

- ¿Ya hicieron sus propios recitales?
Sí, nosotros estuvimos en Ramallo, en boliches y bares de los alrededores de Rosario, en el Cosquín Rock, en el Cosquín Folklore y en Villa María.

- Y para el segundo disco, ¿ya tienen canciones, nombre o fecha?
En realidad lo está manejando León, él nos está asesorando. La fecha todavía no se sabe. El disco se va a llamar “Pancho Chevez y su banda”, y tiene algo así de 12 temas: “La bici de Pocho” (que acompaña León Gieco y está destinada a Pocho Leprati), “La polca” (que habla de cómo esa gente bailaba en esa época), “Canción de Maíz” (con el acompañamiento de León también), “Carito” (nuestra versión de la canción de Gieco), “El charango”, “Aire puro”, “Ángel” (con la compañía del cantante de “Las Pelotas” y habla de un chico que no sabe ni escribir ni leer y le cuesta mucho aprender), “Flores negras” (con Andrés Jiménez de “El animal” y habla de una chica que yo quería mucho, mi ex novia, que le compuse un tema para ella, aunque no le halla importado nada), “Ojos bien cerrados” (con Willy de “Los tipitos” y trata de del egoísmo cuando es Navidad, noche buena, año nuevo, que festejamos, comemos, brindamos y la gente pobre se asoma por la ventana y se pone mal), “No me voy”, “La selección” (con Gustavo de “La Bersuit” y una banda de Villa María, y trata de los jugadores de la Argentina) y “La armónica”.

- Después de haber compuesto tantos temas, veo que te gusta escribir, ¿no?
Y… a mí me gusta, más porque lo hago por ustedes, por mí mismo, por la gente del hogar, y por los más necesitados que los quiero ayudar. Escribo poesías, canciones, es que a mí me sale del corazón… Me pongo a pensar y ya empiezo a componer.

- Pero ¿cómo surgió la idea de hacer un libro?
Un día le dije a mi profesora de inglés, Noemí Cocat, que tenía ganas de escribir un libro y le pregunté si me podía ayudar. Ella me dijo que sí, que no había problema, aunque me advirtió que nunca lo había hecho, pero que lo intentaría con gusto. Yo le dije: si vos queres, podes. Sólo me tenes que escuchar con atención, y escribir lo que yo te dicto.

- ¿Y sobre qué trata?
Trata un poquito de todo: un poco de mi historia, cuánto hace que estoy acá en el hogar, cómo lo conocí a León, cómo formé a los músicos, cuento que toqué con varios invitados…

- ¿Cómo se llama?
El primer libro se llama “Pancho y León Gieco, crónicas de un sueño, historias de vida”. Pero a León no es que no le gustó, pero un día me habló en serio y me dijo que basta de usar su nombre porque sino siempre me iban a relacionar con él, y me dijo que yo tenía que identificarme con MI nombre artístico. Entonces el segundo libro va a ser “Pancho Chevez, crónicas de un sueño, historias de vida segunda parte”.

- Saliendo de lo laboral, quisiera saber ¿cómo lograste que el papa te diera tu primera comunión?
Yo fui en un colectivo con Beatriz, Gladis y todos los chicos del hogar en el ’87 (tenía 8 años). Todos los chicos se querían bajar, pero sólo pudimos bajarnos Gladis, Beatriz y yo. Me acuerdo que estábamos en la misa, y a mí me había agarrado hambre, entonces le pedía al que estaba atrás mío si no me tenía un caramelo. Gladis me retaba para que me calle, porque el santísimo padre se iba a enojar. Por eso cuando el papa me iba a dar mi primera comunión yo pensé que me iba a dar una cachetada, pero no, él me dio una caricia. Después le pedí que me hiciera “upa”, así que me alzó me dio la bendición y yo le dije que lo quería mucho, y él me dijo “yo también te quiero mucho Pancho”. Y ahí Gladis se emocionó y Beatriz también lloró.

- Y vos, ¿qué sentiste que halla sido el papa el que te de por primera vez el cuerpo de Jesús?
Uuuuffff, fue algo muy fuerte.

- ¿Tan fuerte como por lo que sentís por Rosario Central?
(Risas). La verdad que la culpable fue Gladis. Porque yo al principio, hace mucho, era de Newell’s, era de Boca, era de River. Y Gladis me dijo si vos te haces de Newell’s yo te hecho de acá. Así que no me quedó más alternativa.

- Para finalizar quisiera saber… ¿cuáles son tus próximos proyectos?
Y… seguir con la música. Porque yo laburo de la música, y no puedo dejarla, porque el rock lo tengo pegado en el alma.






Audiencia:

Dicha entrevista podría publicarse en una entrevista cultural, o en el suplemento de Espectáculos o de Sociedad de algún diario.
El público puede ser amplio, tanto para hombres como para mujeres a partir de los 15 años en adelante.

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