Pensaba si siempre seria así. Si siempre me encontraría a la misma hora, desde mi casa, observando la misma ventana todas las noches. No es que no tengo otra cosa que hacer, sólo que es el único momento y lugar en donde puedo “desenchufarme” de la rutina de todos los días e inspirarme para armar mis vanas historias amorosas, trágicas, dramáticas o quizás cómicas también.
Que era lo que tanto me llamaba la atención ?. Porqué siempre me sentaba y observaba justamente lo que pasaba allí ?. Simplemente algo nuevo ocurría cada tanto. Pero, que estaba buscando ?. No lo sé, sólo dejaba al tiempo pasar; una habitación con luces tenues y un televisor siempre encendido, pero ninguna persona figuraba entre esas cuatro paredes, solo sombras, sombras que vienen y van, sombras que delatan cuando hay una o dos personas, sombras que llevan a imaginar historias que, vaya a saber uno cuanta realidad habrá en ellas.
Será por eso que prestaba suma atención a todo lo que sucedía?. Sombras. Ni más ni menos. Esas sombras no son nada, pero son todo. Qué puedo yo saber lo que dicen, señalan o sienten esos seres?. Nada, solo imagino. Vuelo en la imaginación de una realidad creada por mí, por lo que me rodea, por mis pensamientos, por mis emociones, que van más allá.
Una simple y única ventana con sus luces encendidas que acapara mi atención, cuando ya el mundo esta quieto, cuando nadie me observa (o sí), cuando cambia la atmósfera del lugar, cuando me siento a pensar, a imaginar, a ver con otros ojos diferentes a los del día. Cuando cae la noche.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario