Dulce agonía

El cáos en el país aumentaba, la desesperación, agonía, incertidumbre se apropiaban de cada uno de los ciudadanos que poco entendían la verdad de la cuestión. La Gripe “A” la enfermedad que nos tocaba a todos, sin ningun tipo de excepcion.

Hoy me senté a mirar tan solo un instante a mi alrededor, sin observar mi ombligo , mi estado, mi todo; noté que necesitabamos explicaciones, una salvación, un remedio mágico que destruyera esta pandemia. Nos estaba afectando, el miedo entraba en nuestras mentes, los niños y estudiantes sin ir al colegio, sin la libertad de realizar sus actividades. Adultos preocupados por sus familias, hospitales colapsados de supuestos, otros probables enfermos. Los medios de comunicación transmitían mucha mas paranóia, unos pocos eran lo que brindaban realmente su servicio: el de infromar, dar recaudos, precauciones.

Necesitaba entender, debía redactar sobre una situacion que era mas que actual y de interés, pero era muy arriesgado cumplir con mi deber en ese preciso momento.El director de redacción , me encargó un trabajo de investigación sobre la Educación Argentina y la Gripe “A”.

Comenzé a abrir mi mente, buscar otros campos, recorer colegios, universidades. Necesitaba mirar, no solamente ver. Acordé una cita con uno de los directivos del Colegio Nuestra Señora de Guadalupe; pese a la situación que invadía a la institución, aceptó la entrevista con gusto.

Debía entender la situación, debía realmente conocer la verdad, el sabor de esta enfermedad, cuál era su fin, que era lo que ocasionaba en todos, saber la Gripe “A” para dar mi testimonio. Pensé hasta en lograr todos los medios para adquirirla, y así ser partícipe de su estado. Era algo ilógico por cierto pero no era mala idea intentarlo.

Los dias posteriores al acuerdo de la cita, los aproveché para invsigar, interiorizarme, sorprenderme con cada cambio radical que se realizaba en nuestra nación. La enfermedad acechaba cada vez mas, se tomaban aún mas medidas, se comenzaban a dar licencias a embaarazadas e inmunodeprimido, el distanciamiento social se hacia cada vez mas cotidiano, las muertes por la influenza A ubicaban al país en tercer ligar mundial. El alcohol en gel ezcaseaba en todos los locales, y “yo” en mi mundo interior, aguardando la entrevista.

El día llegó, acompañado de una alarmante noticia, la cuál descubrí cuando hacia mi rutina habitual de leer los diarios virtuales en mi pc. La intención de querer retrasar las clases al 3 de Agosto ya era un hecho, eso cambió mis planes, debí revisar nuevamente mis posibles preguntas. Me dirigí al colegio pactado, la secretaria anunció mi llegada y la Directora Susana Tropea salió a mi encuentro.

El encuentro fue muy placentero, quité muchas de las dudas que me invadían, intenté ser muy explícito en las preguntas y en la información que deseaba transmitir. Hasta que descubrí y conocí cuál era esta enfermedad, que medidas debíamos tomar, y me tranquilizé aún mas cuando supe que por parte de los Ministerios de Salud y Educación la situación estaba controlada, a travéz de un trabajo conjunto de ambos. El encuentro me hizo recuperar la paz que reinaba en mí , aquella que había perdido gracias a to mi alrededor, a mis compañeros de facultad, mis maigos,mi familia, a los periodistas, al tele, la radio, o simplemente gracias a todas nuestras erradas opiniones sobre la influenza.

Reflexioné mucho hasta que conocí, que no hay tal crisis, cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia. Cualquier opinión, penamiento erróneo de cualquier persona, cualquier comentario de algun periodista, no reflejaba la noción de realidad que era la correcta. Comprendí porque los expertos, los médicos, los licenciados, nuestros gobernantes debían trabajar por nosotros, saber hacer su deber en estas situaciones en las que Todos hablan, Todos opinan, Todos somos médicos, Todos sabemos ejercer, Todos damos posibles recetas, posibles remedios, posibles curas.

A pesar del barullo, de las calles desbordadas de ruidos de celulares, de bocinas de autos, del torno eléctrico que estaban usando en la construcción de al lado de mi casa. Volví a mi hogar, a mi escondite, a esa guarida , y decidí crear. Gracias a esa entrevista, a ese informarme mas, revisando libros, preguntando a médicos, capacitandome aún mas sobre el tema, no volví a tener miedo.

Después de entonces no volví a tener ese sentimiento de miedo a esa Gripe contagiosa, ya sabía, ya entendía, me era mucho mejor ver con objetividad el hecho que hay otras enfermedades que matan a mas gente. Ya había entendido algo, de ese alrededor, ahora debía sentrarme en mi mismo.

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